El esquema de llaves o cuadro sinóptico es un tipo de esquema en el que se da prioridad al aspecto gráfico. De un solo golpe de vista se adquiere una visión gráfica del contenido de un tema, cuyas ideas han sido ordenadas y jerarquizadas.
Se suele poner el título principal en la parte izquierda y después, mediante llaves, se van englobando los contenidos de las ideas principales, secundarias y distintas subdivisiones.
El esquema de llaves es el más conocido y muy apropiado para el estudio de las materias en las que abundan las clasificaciones y datos a retener.
Los pasos a seguir para realizar un cuadro sinóptico serían éstos: en primer lugar leer toda la lección para adquirir un idea general del tema y tener como una estructura en la que encajar posteriormente cada uno de los apartados de que consta la lección. En segundo lugar, subrayar las ideas principales, secundarias y datos significativos, según las normas ya estudiadas. En esta fase se realiza una labor de análisis y de separación de las ideas. En tercer lugar, se hace el cuadro sinóptico propiamente dicho siguiendo estas pautas: se puede poner el título en vertical para ocupar menos espacio; después, reservar un espacio para los encabezamientos principales y secundarios; empezar en la parte de la derecha a poner las ideas, reducidas a palabras clave con el fin de que ocupen poco espacio; cuando se hayan escrito todas las ideas o palabras clave de la misma categoría se cierran con una llave a la izquierda y se le pone título a esa clasificación; se sigue con otras clasificaciones y cuando se termine con un mismo apartado se cierra con llaves, y así se sigue todo el proceso hasta terminar el cuadro, de derecha a izquierda, para evitar que se tenga que repetir por defecto de estructura gráfica. En la realización se ha seguido un proceso de síntesis que facilita mucho la comprensión y la retención del tema estudiado.
El esquema de llaves o cuadro sinóptico es el más indicado para aquellos temas que tienen muchas clasificaciones y tiene la ventaja de ser el más gráfico de todos, por lo que favorece el ejercicio de la memoria visual. El mayor inconveniente es que se concentra la escritura en la parte de la derecha, teniendo que hacer la letra muy pequeña, por lo que el texto queda muy comprimido.
1.- En el cuadro sinóptico se da prioridad:
2.- Las ideas han sido:
3.- El esquema de llaves se va haciendo:
4.- Con el cuadro sinóptico se persigue un proceso de:
5.- El mayor inconveniente del cuadro sinóptico es que:
Hay animales, como los antílopes y gacelas, que se han hecho célebres por su belleza. Otros, como el león, llaman la atención por su bravura y orgulloso porte. Finalmente, los gigantes, como los elefantes y jirafas, impresionan por sus colosales proporciones. Pero existe una criatura africana que, al margen de su tamaño, su porte y su apariencia física, es famosa entre todos los cazadores y zoólogos, precisamente por su peligrosidad. Me refiero al búfalo cafre, el gran bóvido de las sabanas. Porque se sabe que este herbívoro ha causado más víctimas entre sus enemigos naturales incluido el hombre, que cualquier fiera, aparentemente más agresiva e incontrolable.
Para los cazadores europeos y americanos que buscan en África emociones fuertes, el búfalo ha constituido siempre una pieza codiciada. Porque si el tirador no acierta a derribarlo del primer disparo, su obligado rastreo resulta sumamente peligroso. El búfalo herido se retira hacia los más impenetrables matorrales y trata siempre de dar un rodeo para atacar por la espalda al hombre que lo busca, en un paraje que dificulta la visibilidad y los movimientos.
En la carga, el sólido rumiante, que puede alcanzar la tonelada de peso, avanza en línea recta, quebrando el matorral a su paso. Contrariamente a los toros, lleva siempre la cabeza levantada y el hocico al viento, para no perder el contacto olfativo con la víctima. Su fino oído y su aguda vista completan el dispositivo agresor, conjugándose con una agilidad inesperada en el volumen del rumiante. Sus cuernos, extraordinariamente macizos, forman como un casco sobre la frente, para curvarse luego hacia abajo y emerger en dos afiladas puntas laterales. Basta el simple testarazo del escudo central para matar a un hombre. Pero el búfalo acostumbra a ensañarse con sus enemigos, a los que pisotea después de derribarlos. Y aún se dice que con su lengua, áspera como papel de lija, puede lacerar la piel y los músculos.
¿Tendríamos que pensar tras esta comprometida descripción que el búfalo es un ser odioso, merecedor de la más despiadada persecución? En absoluto, porque este apacible torazo sólo ataca cuando es acosado, comportándose, en condiciones normales, como una criatura inofensiva y tímida. Una abrasadora mañana de la gran Fosa del Rift, estábamos filmando pelícanos blancos en las riberas del lago de Mañara, cuando sorprendimos a media docena de grandes búfalos machos, revolcándose en un lodazal.
Río Aragón. Valle Aragón. De pronto, el paisaje se ensancha para que el viajero pueda contemplar las gigantescas moles nevadas de "Collarada" y "La Espata". Abajo ríe el agua como el cristal, canción y espejo.
Villanúa se extiende sobre la llanura, bajo las montañas coronadas de blanco. La vida -más de dos mil habitantes en verano y trescientos en invierno- se desarrolla en el llano, pero en el hombre alienta siempre una irresistible tentación de subir a la montaña. La ilusión por las cumbres viaja con cada vida.
Huesca corre en este punto a su encuentro con Francia. La región nació en los desfiladeros pirenaicos; la huella de nuestros primeros pobladores -lo aragonés- ha quedado presa en el tiempo.
Villanúa se ha dado cita en el kilómetro 330 de la carretera de Madrid a Francia, a mitad del camino entre Jaca y Candanchú -catorce kilómetros en una o en otra dirección- y a ciento tres de la capital de la provincia.
Recuerdo las palabras de Ramón J. Sender, cuando hablaba de Villanúa. Desde la cima de "Collarada" el escritor veía el Atlántico. O le parecía verlo. Mejor sería decir que lo intuía y lo soñaba. El espejismo de la nieve abría rutas imprevistas hacia el océano azul. Sender sigue soñando con sus veraneos en Villanúa y sus visiones atlánticas.
De niño se dedicaba a espiar a Ramón y Cajal, que también veraneaba en Villanúa. Desde entonces, la "Fuente del Paco" ha cobrado fama. Las gentes del lugar aseguraban que aquellas aguas sulfurosas curaban el mal de entraña. Cajal se reía de tales afirmaciones ingenuas, y luego, cuando creía que no era visto, se acercaba a la fuente, sacaba con disimulo un vaso de aluminio que llevaba guardado en el bolsillo y se echaba sus buenos tragos.
El paisaje es siempre sugerente, en cualquier época del año. Junto a la carretera, donde están los hoteles y paradores, nacen las urbanizaciones de distinto tipo. El pueblo propiamente dicho queda a la otra orilla del río, donde la piedra gris, casi negra, da forma a las típicas casas montañesas.
El turismo impone sus condicionamientos. El clima y el paisaje ofrecen una segura atracción. Luego cuentan los deportes de la nieve, la caza y la pesca.
-¿Cómo se desenvuelve Villanúa cuando pasa de los trescientos habitantes a los dos mil?
-Normalmente, puesto que hemos previsto servicios para ese aumento de población, con el que ya contamos todos los años.
Luego surgen los visitantes de paso, los que hacen un alto en el camino, los excursionistas.
-Creo -dice el alcalde- que estamos empezando. Las posibilidades son incalculables.
Entre los recursos turísticos sin explotar hay que citar, por derecho propio, las famosas cuevas del "Rebejo" y de "Esjamundo". La segunda mide unos dos kilómetros de longitud; lleva el nombre de los descubridores y del lugar donde se encuentra.
-La descubrieron Esteban y Javier y el paraje se denomina "Mundo".
Las cuevas de "Esjamundo" son como un milagro de la naturaleza. Superan, al decir de los entendidos, a las mallorquinas cuevas del "Drach". Son dos kilómetros de estalactitas y estalagmitas, con recovecos sorprendentes, calles y plazas, lagos y riachuelos.
1.- Cerca de Villanúa están las cumbres de "Collarada" y:
2.- ¿Cuántos habitantes tiene Villanúa en verano?
3.- ¿Cuántos habitantes tiene en invierno?
4.- Villanúa se encuentra entre:
5.- ¿Quién veía el Atlántico desde el "Collarada"?
6.- Ramón J. Sender solía espiar a:
7.- ¿Por qué es famosa la "Fuente del Paco"?
8.- En Villanúa son famosas las cuevas de "Esjamundo" y:
9.- ¿Cuánto mide la cueva de "Esjamundo"?
10.- ¿Quiénes descubrieron la cueva de "Esjamundo"?
En Valencia con los suyos vivía el Campeador;
Con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.
Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor,
un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció:
Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león.
Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor;
recogiéronse sus mantos los del buen Campeador,
y rodean el escaño en guarda de su señor.
Allí Fernando González, infante de Carrión,
ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró;
metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor.
Diego González, el otro, por la puerta se salió diciendo con grandes gritos:
-¡Ay, que no veré Carrión!
Tras la viga de un lagar metiose con gran temor;
todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.
En esto que se despierta el que en buen hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:
-¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
-Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.
Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminose al león.
La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.
A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.
Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.
Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
y cuando los encontraron, los hallaron sin color.
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador.
Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión;
fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
Anónimo. Poema del mío Cid (Versión de Francisco López Estrada.)
1.- ¿Cómo se llamaban las hijas del Cid?
2.- Sus maridos eran:
3.- ¿Qué suceso ocurrió un día?
4.- ¿Cómo se comportaron los infantes de Carrión?
5.- ¿Qué hizo Fernando González?
6.- ¿Dónde se escondió Diego González?
7.- ¿Quién es "el que en buen hora nació"?
8.- ¿Qué hizo el león al ver al Cid?
9.- ¿Qué hizo el Cid con el león?
10.- Los infantes de Carrión se sintieron:
Conoce todos los asuntos graves o insignificantes del reino, y todos pasan por su mano, y aún cuando aparente oír de buen grado los pareceres de todos, él es quien los resuelve y todo lo dispone... Es diestro en las armas, y así lo ha mostrado antes y después de ser rey. Parece ser muy religioso, hablando con gran reverencia de las cosas de Dios, y refiriéndolo todo a El. Manifiesta gran devoción en los oficios y ceremonias religiosas, lo cual es, por cierto, común a toda la nación. Es iliterato, pero muy urbano. Es fácil llegar hasta él, y sus respuestas son gratas y muy atentas, y pocos son los que no salen satisfechos de sus palabras. Pero dice la fama que en sus obras se aparta muchas veces de sus promesas, o porque las hace con ánimo de no cumplirlas, o porque cuando los sucesos que ocurren le hacen mudar de propósito, no tiene en cuenta lo que antes prometiera...
Observé, cuando era embajador en España cerca del rey don Fernando de Aragón, príncipe prudente y religioso, que, cuando meditaba en empresa nueva o algún negocio importante, lejos de anunciarlo primero para justificarlo en seguida, se arreglaba hábilmente de modo que se dijera por las gentes: "El rey debería hacer tal cosa por estas y aquellas razones", y entonces publicaba su resolución, diciendo que quería hacer lo que todo el mundo consideraba necesario, y parece increíble el favor y los elogios con que se acogían sus proyectos.
Una de las mayores fortunas es tener ocasión de mostrar que la idea del bien público ha determinado acciones en que se está empeñado por interés particular. Esto es lo que daba tanto lustre a las empresas del rey. Hechas siempre con la mira de su propia grandeza o de su seguridad, parecía que tenían por objeto la defensa de la Iglesia o la propagación de la fe cristiana.
1.- Ante los asuntos de su reino, Fernando el Católico:
2.- Las decisiones importantes:
3.- ¿Cómo hablaba de las cosas de Dios?
4.- ¿Qué tenía en común el rey con el resto de la nación?
5.- El Rey Católico:
6.- ¿Solía cumplir sus promesas?
7.- El autor de este texto era:
8.- Antes de publicar sus decisiones:
9.- Decía que hacía las cosas por:
10.- En realidad el Rey buscaba en sus empresas: