¿Sabías que la miel de abeja nunca se descompone? La miel es azúcar y los azúcares contienen muy poca agua en su estado natural. Por lo tanto, la miel en su forma natural casi no tiene humedad.
Muchos microorganismos como las bacterias no pueden sobrevivir en ambientes sin humedad, porque mueren asfixiados. Por eso, un tarro de miel, que casi no tiene agua, no es un buen lugar para que las bacterias se desarrollen. La miel no se echa a perder porque las bacterias no se sienten cómodas viviendo ahí.
La pupila es ese círculo negro en el centro de nuestro ojo, el que está al centro del iris. Es la encargada de permitir la entrada de luz a nuestros ojos. Cuando hay mucha luz, la pupila se contrae; es decir, se hace más chiquita. Por el contrario, cuando hay poca luz, las pupilas reaccionan dilatándose: se hacen más grandes para adaptar la vista a la oscuridad.
Con un espejo, observa cómo tus pupilas cambian de tamaño cuando pasas de un cuarto oscuro a uno con luz.
Primavera, verano, otoño e invierno son las cuatro estaciones que tenemos en un año y duran aproximadamente 3 meses cada una. El verano es la estación más calurosa y el invierno, la más fría.
Algunas personas erróneamente creen que el calor o el frío es causado porque el sol está más cerca o más lejos de la tierra, pero en realidad depende de la inclinación de la tierra. Los rayos solares, en verano, calientan más si llegan en forma casi perpendicular, y calientan menos si llegan inclinados. Esto provoca que la cantidad de luz solar sea distinta en cada estación, es decir, que la duración del día sea mayor o sea menor. Cuanto más largo es el día, más tiempo el sol calentará el hemisferio.
Para fabricar papel necesitamos primero hacer una pasta papelera. ¿Y cómo se consigue? Primero hay que tener la materia prima, que es madera de árbol.
Una vez que ya se tienen los troncos, estos deben ser triturados, luego machacados y humedecidos hasta que se forma una pasta. Posteriormente, esta pasta se blanquea y se lava. Después se pasa por una mesa plana, se prensa y, por último, se seca aplicando calor. Una vez logrado el papel, se le da el acabado deseado.
El oso polar, también conocido como oso blanco, es un mamífero carnívoro que en realidad tiene la piel negra y el pelaje transparente. El color blanco de su pelo es en realidad un reflejo de la luz y no su color en sí.
A pesar de vivir en el polo norte, este oso está calientito, porque el color de su piel permite que pueda atraer más el calor del sol. Además, su gruesa capa de grasa le permite aumentar su temperatura corporal. Esta blancura que tanto le caracteriza y que le hace parecer tan tierno, le sirve para camuflarse en la nieve y que los depredadores no lo vean.
La telaraña es una red muy resistente hecha con hilos muy finos (seda) producidos por la misma araña. Este hilo le sirve para desplazarse de un lugar a otro y, también, para atrapar su alimento. El secreto de su resistencia es que la seda cambia cuando se tira de ella. El hilo contiene proteínas que hacen que se pueda desplegar y que no se rompa. Al jalarla, la telaraña se hace pegajosa y se rehace. Cuanto más rápido y ajustada se teje la hebra de la telaraña, más resistente es.
El cloruro de sodio (NaCI) es conocido comúnmente como sal. Existen tres tipos de sal diferentes: la sal marina, la sal gema (que se extrae de una roca mineral) y la sal vegetal.
Normalmente usamos la sal para condimentar nuestros alimentos, ya que es un potenciador de sabor, pero ese no es el único uso que le podemos dar. La sal también sirve para conservar y deshidratar los alimentos. En la industria, la sal es utilizada para la elaboración de muchos productos, por ejemplo: el petróleo y el gas o en la industria textil. También se utiliza para deshacer el hielo en las calles, ya que la sal baja el punto de congelación del agua.
Dos de los escritores más importantes de todos los tiempos –Shakespeare y Cervantes– murieron el mismo día, pero en distinta fecha. ¿¡Cómo es posible eso?!
Miguel de Cervantes y Saavedra, escritor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, nació en España el 29 de septiembre de 1547 y murió el 22 de abril de 1616.
William Shakespeare, que escribió Romeo y Julieta además de muchas otras obras de teatro, nació en Inglaterra el 26 de abril de 1564 y murió el 23 de abril de 1616.
Ambos fallecieron el mismo día. Pero, ¿cómo? Si uno murió el 22 de abril y el otro el 23 de abril. Porque en aquel tiempo, en Inglaterra se usaba el antiguo calendario juliano; en cambio, en España se había adoptado el actual calendario gregoriano.
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